FernandezBarajas

Nuevo reporte de la langosta fósil Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849) en la Formación San Juan Raya, Puebla, México

New report of the fossil lobster Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849) in the San Juan Raya Formation, Puebla, Mexico

Fernández-Barajas, María del Rosario1 ; Gómez-Acevedo, Sandra Luz2;

Prado-Escamilla, Erick1; Martínez-García, Leonardo1; González-León, Oscar1,*

1 Laboratorio de Ciencias de la Tierra y Paleontología, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México, C.P. 54090, Tlalnepantla, Estado de México, México.

2 Unidad de Morfología y Función, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México, C.P. 54090, Tlalnepantla, Estado de México, México.

* oscar.gonzalez@unam.mx

Resumen

Se presenta una nueva localidad con el registro de la langosta fósil Atherfieldastacus magnus en los alrededores de San Martín Atexcal, dentro de la Formación San Juan Raya en el estado de Puebla. Dicho registro amplía la distribución espacial de la especie en la región. Adicionalmente, se reporta la probable asociación simbiótica entre este crustáceo con bivalvos, misma que ha sido confirmada para la misma especie en depósitos sedimentarios del Reino Unido.

Palabras clave: Atherfieldastacus magnus, Atexcal, Formación San Juan Raya, Cretácico Inferior, Puebla, México.

Abstract

A new locality with the record of the fossil lobster Atherfieldastacus magnus is presented in the surroundings of San Martín Atexcal within the San Juan Raya Formation in the state of Puebla. This record expands the spatial distribution of the species in the region. Additionally, the probable symbiotic association between this crustacean and bivalves is reported, which has been confirmed for the same species in sedimentary deposits in the United Kingdom.

Keywords: Atherfieldastacus magnus, Atexcal, San Juan Raya, Lower Cretaceous, Formation, Puebla, México.

1. Introducción

Trece especímenes de la langosta mecoquiridae Atherfieldastacus magnus M´Coy, 1849 fueron colectados en un afloramiento del municipio de San Martín Atexcal, Puebla (Figura 1). A pesar de que el registro es fragmentario, fue posible determinar características morfológicas asociadas al caparazón como carinas rostrales, crestas branquiales y el surco cervical; forma y ornamentación de las pleuras abdominales; escasos apéndices locomotores; telson y diéreis en el exopodio. Adicionalmente, se reporta la interacción entre esta langosta fósil y bivalvos, aunque sin poder corroborar entre una relación simbiótica o una posterior a la muerte del crustáceo.

A. magnus (antes Meyeria magna) fue descrita originalmente para depósitos de la Isla de Wight al Sur del Reino Unido, en donde es muy abundante (González-León et al., 2014). Esta especie representa un ejemplo de amplia distribución durante el Cretácico Temprano, con registros adicionales en España, Colombia, China y México (González-León et al., 2019).

En México, esta langosta fósil ha sido reportada tanto en el norte del país perteneciente a la Formación La Peña en el estado de Chihuahua (González-León et al., 2018a), como en la parte central (Formación San Juan Raya, estado de Puebla) (Figura 2) (Feldmann et al., 1995; 2007 y González-León et al., 2014; 2015; 2018b; 2019 y González-León, 2022). Particularmente, dentro la Formación San Juan Raya, su presencia es abundante, encontrándose en diversas localidades a partir de las cuales se han obtenido datos sobre su morfología, desarrollo ontogenético, dimorfismo sexual, así como información cronoestratigráfica (Feldmann et al., 2007; González-León et al., 2014; 2015; 2018b; 2019 y González-León, 2022). Sus fósiles han sido asociados a ambientes de laguna somera (Feldmann et al., 1995), de mar abierto (González-León et al., 2014, 2015) y de mar poco profundo (Vega et al., 2006, 2019).

La Formación San Juan Raya, denominada así por Calderón García en 1956, es una unidad litoestratigráfica que aflora al Suroeste del estado de Puebla. Esta ha sido ampliamente estudiada desde finales de la primera mitad del siglo XIX debido a su gran contenido de invertebrados fósiles de origen marino, siendo los más abundantes los gasterópodos y los pelecípodos. De manera general, la Formación San Juan Raya presenta alternancias entre conglomerados, areniscas, limolitas, lutitas y calizas con estratificación que va de delgada a gruesa con bioturbación frecuentemente. Para más detalles sobre el marco geológico ver Mendoza-Rosales, 2010; González-León et al., 2014; 2015 y Vega et al., 2019.

La edad de esta unidad ha sido considerada por diversos autores como perteneciente al Aptiano (p. ej. Calderón-García, 1956; Barceló-Duarte, 1978; Feldmann et al., 1995; 2007; Mendoza-Rosales, 2010; Quiroz-Barroso, 2012; Lӧser et al., 2013; González-León et al., 2014; Serrano-Brañas y Centeno-García, 2014a y b; Hernández-Ocaña et al., 2015; Martínez-Melo et al., 2021). Sin embargo, esta edad ha sido objetada a partir del análisis de nanoplancton calcáreo asociado al registro de A. magnus para la parte inferior de la formación, en la que se ha propuesto una posible edad del Valanginiano tardío-Hauteriviano (González-León et al., 2015 y Vega et al., 2019).

Los ejemplares reportados aquí representan el segundo registro más occidental de la especie A. magnus para la Formación San Juan Raya, lo que aporta nueva información sobre la distribución paleogeográfica de esta especie a nivel regional durante el Cretácico Temprano.

2. Área de estudio

Los ejemplares fósiles fueron colectados en la Torrecilla-Cerro de la Cruces a 18˚24´53´´ de latitud norte y 97˚44´4´´de longitud oeste, en el municipio de San Martín Atexcal, aproximadamente a 49.7 kilómetros de la ciudad de Tehuacán en el estado de Puebla, México (Figura 1). Las rocas sedimentarias examinadas pertenecen a la Formación San Juan Raya y se componen de una secuencia de 5.7 metros de margas que van de colores grises, rojo vino y gris verdoso con intercalaciones de areniscas calcáreas. Asociado al registro de crustáceos fue posible encontrar abundantes gasterópodos, una cantidad moderada de bivalvos y escasos restos vegetales que no fueron identificados (Figura 3).

3. Paleontología sistemática

Orden Decapoda Latreille, 1802.

Suborden Pleocyemata Burkenroad, 1963.

Infraorden Glypheidae Zittel, 1885.

Superfamilia Glypheoidea Zittel, 1885.

Familia Mecochiridae Van Straelen, 1925.

Género Atherfieldastacus Simpson en Robin et al. (2016).

Especie Tipo. Meyeria magna M´Coy, 1849 por designación original de Robin et al. (2016).

Especies incluidas. Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849), Atherfieldastacus rapax (Harbort, 1905) y Atherfieldastacus schwartzi (Kitchin, 1908).

Diagnosis. Para consultar la diagnosis completa de Atherfieldastacus magnus, remitirse a los trabajos de Robin et al., 2016 y González-León et al., 2019.

(2023) Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849). Figuras 4–5.

1849 Meyeria magna M’Coy, pág. 334, Figura 4; Woods, 1931, pág. 71, lám.19, Figuras 1–4; Vía Boada , 1975, pág. 33, Figuras 1.1–1.9, 2.1–2.6; Vega et al. (2008), pág. 5, Figuras 5.1–5.7; 6.1–6.7; 7.1, 7.6; López-Horgue (2009), pág. 27, Figura 2A–J; Astrop (2011), pág. 116, Figura 1B; Klompmaker (2013), apéndice. A-B; González-León et al. (2014), pág. 10 Figura 10A–Q; pág. 12, Figura 11A–M; pág. 14 Figura 12A–J; González-León et al. (2016), pág. 4 Figuras 3A–F, 4.

1863 Meyeria vectensis Bell, pág. 33, lam. 10, Figuras 1–5.

1863 Oncopareia granulosa Vilanova, pág. 98, lám. 3, Figura 2; Mallada (1892), pág. 157.

1881 Meyeria pearcei Spence-Bate in Lee, pág. 87, lam. 204, Figura 14.

1927 Meyeria bolivari Van Straelen, pág. 80, lám. 1, Figura 1–2; Glaessner (1929), pág. 254; Bataller (1937), pág. 617; Bataller (1945), págs. 48, 61; Bataller (1950), pág. 419, Figura 2; Förster (1971), págs. 408, 419.

1935 Meyeria mexicana Rathbun, pág. 30, lám. 9, Figura 3.

1951 Hoploparia granulosa Vía, pág. 154, Figura 10.

1985 Meyerella magna Simpson y Middleton, nomina nuda, págs. 203–215.

1995 Meyeria pueblaensis Feldmann et al. pág. 404, Figura 2.1–2.4; Feldmann et al. (2007), pág. 151, Figuras 6a–g, 7a-g, 8a-c.

2016 Atherfieldastacus magnus M’Coy, 1849; Robin et al. pág. 14, Figura 2 A–F. pág. 15, Figuras A–J, 4–5; López-Horgue y Bodego (2017), pág. 5, Figura 4F; pág. 8, Figura 7A–C; Ferratjes (2017), pág. 32, Figura 15; pág. 33, láminas 3A-B; González-León et al. (2018a), pág. 115, Figura 3A; pág. 116, Figura 4; pág. 118, Figura 5A–H; pág. 119, Figura 6A–F; pág. 120, Figura 7A–E; pág. 121, Figura 8A–D; pág. 122, Figura 9A–I; González-León et al., 2018b, pág. 12, Figura 5; pág. 13, Figura 6; pág. 14, Figura 9; p. 15, Figuras 10–12; González-León et al., 2019, pág. 6, Figura 6A-D; pág. 7, Figura 7A-E; pág. 8, Figura 8A–B; pág. 9, Figura 9A–C; pág. 10, Figura 10A–C; pág. 11, Figura 11A–C; pág. 12, Figura 12A–M; pág. 14, Figura 13A–J; pág. 15, Figura 14A–M; González-León et al., 2020, pág. 57, Figura 3; pág. 58, Figura 4A–G; pág. 59A, C–L; González-León, 2022, pág. 14, Figura 1; pág. 16, Figura 4A y B; pág. 17, Figura 5A y B.

Material examinado. Los trece ejemplares estudiados en este trabajo fueron depositados en el Laboratorio de Ciencias de la Tierra, Biología Evolutiva y Paleontología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), bajo los números de colección (CFESI-1-CFESI-13).

Descripción. Se analizaron trece especímenes aplastados y preservados en sedimentos de grano fino. La preservación del material estudiado incluye detalles moderadamente conservados de las carinas rostrales y crestas branquiales presentes en el caparazón, las pleuras abdominales, pereiópodos (apéndices locomotores) incompletos, así como detalles del endopodio y exopodio del telson.

Localidad. La Torrecilla, Cerro de la Cruz, San Martín Atexcal, estado de Puebla.

Caparazón. En la zona del rostrum se observan tres carinas longitudinales con una preservación moderada: 1) la carina ocular (oc), que se extiende hacia la parte frontal del rostrum, el cual no se encuentra preservado en ninguno de los ejemplares figurados, 2) la carina gástrica (cg) y 3) la carina antenal (ca), que están formadas por dos líneas dirigidas hacia la parte frontal del rostrum en los ejemplares CPFESI-1, CPFESI-2, (Figura 4 A y C), en el ejemplar CPFESI-5 (Figura 5 B) y en los ejemplares CPFESI-10, CPFESI-12 y CPFESI-13 (Figura 6B, D y E).

En la región branquial solo se observan dos de tres crestas branquiales que están moderadamente preservadas en los especímenes CPFESI -1, CPFESI-2, (Figura 4A y C), CPFESI-5 (Figura 5C) y en los ejemplares CPFESI-9, CPFESI-10, CPFESI-11 y CPFESI-13 (Figura 6A–C y E). El surco cervical presenta una inclinación aproximada de 48˚, esta característica esta preservada en los especímenes CPFESI-1, CPFESI-2 (Figura 4 A y C); CPFESI-5, CPFESI-6, CPFESI-8 (Figura 5B, C y E) y en los ejemplares CPFESI-9-CPFESI-13 (Figura 6A-E).

Abdomen. Los márgenes anterior e inferior son redondeados, el margen posterior es recto en CPFESI-2, CPFESI-3 (Figura 4C1, E y E1) CPFESI-4, CPFESI-5, CPFESI-7 y CPFESI-8 (Figura 5A, B, D y E). En el ejemplar CPFESI-3 (Figura 4E1) se aprecian los bordes aserrados de las pleuras abdominales. Los ejemplares CPFESI-9 y CPFESI-10 no muestran de manera clara la forma de estas estructuras morfológicas (Figura 6). El tamaño y forma de las pleuras es similar entre los segmentos del 2 al 5 en los especímenes.

Apéndices locomotores. Se preservan fragmentos de los diferentes apéndices CPFESI-1 y CPFESI-2 (Figura 4A y C) CPFESI-4, CPFESI-5 y CPFESI-6 (Figura 5A-C). Los segmentos (mero, carpo y propodio) en el primer apéndice se ilustran en el ejemplar CPFESI-1 (Figura 4A) y en el ejemplar CPFESI-4 (Figura 5A). Los mismos segmentos del segundo apéndice se observan en el ejemplar CPFESI-2 (Figura 4C).

Telson. El telson presenta una forma triangular, se distinguen los segmentos uropodiales: exopodio y endopodio. El primero presenta un borde aserrado hacia la porción distal, donde se observa claramente la presencia de diaeresis CPFESI-3 (Figura 4E2) y CPFESI-9 (Figura 6A).

4. Discusión

Atherfieldastacus es un género extinto con tres especies, de las cuales A. magnus (M´Coy, 1849) es la más representativa, con una amplia distribución geográfica y temporal. Ha sido reportada en localidades tanto del Viejo Mundo (Reino Unido, España, China), como del Nuevo Mundo (México, Colombia), esta distribución casi cosmopolita posiblemente está relacionada con la naturaleza planctónica de los estadios larvales asociados a sistemas de paleo corrientes durante el Cretácico Temprano, desde el Valanginiano hasta el Albiano (González-León et al., 2019).

El registro de A. magnus en los alrededores de San Martín Atexcal se ubica entre las localidades previamente reportadas para Santa Ana Teloxtoc, San Juan Raya y Santa Isabel Atenayuca (Figura 1), lo cual indica una distribución ancestral y continua, inferido por la persistencia de la especie en la región, con un intervalo temporal que va del Valanginiano tardío al Barremiano Temprano (10.6 m.a. aprox.) en la Formación San Juan Raya (González-León et al., 2014, 2015; Vega et al., 2019).

A pesar de la pobre preservación de los ejemplares ilustrados en este trabajo, las características morfológicas corresponden con la diagnosis y descripción de la especie A. magnus. La presencia de estructuras como carinas rostrales, surco cervical, cresta hepática, surco antenal en el cefalotórax se observan en los ejemplares (Figuras 4A; y 5B, C y E) y en especímenes previamente publicados por González-León et al., (2019, Figura 6A y B) (Figura 4B en este trabajo). Las pleuras abdominales presentan una forma redondeada en el margen anterior, y una forma recta en el margen posterior. Los tubérculos asociados se encuentran ligeramente marcados. La forma y tamaño de las pleuras abdominales son similares a partir de la segunda hasta la quinta pleura, y la sexta con una forma más triangular. Lo anterior se puede apreciar en los especímenes de las Figuras 4 (C1 y E) y 5 (A, B, D y E).

Las dimensiones de los ejemplares analizados en este trabajo oscilan entre los 0.8 mm (Figura 6A), hasta los 40.51 mm (Figura 6E) únicamente para el largo del cefalotórax. El ejemplar más grande fue inferido a partir de las dimensiones parciales del cefalotórax. De acuerdo con estas medidas se concluye que el material presentado en este trabajo incluye las tres etapas del desarrollo ontogenético sugeridas por González-León et al., 2014 (tabla 1, página 67), y corresponden a los estadios: 1) juvenil de 10.7–17.4 mm, 2) juvenil-sub-adulto de 18–32.5 mm, y 3) Sub-adulto-adulto con rangos que van de 42.6–68.6 mm.

Por otra parte, las asociaciones intraespecíficas en fósiles son esporádicas y difíciles de documentar (Robin et al., 2016), no obstante, en uno de los ejemplares analizados en este trabajo (Figura 4 C), así como en un estudio previo (González-León et al., 2019, Figura 4D), es posible apreciar a A. magnus de México en asociación con bivalvos. Sin embargo, no existen criterios claros para inferir si la interacción ocurrió posterior a la muerte de los crustáceos o si representa un tipo de asociación simbiótica como la reportada por Robin et al. (2016), en donde, con base en estudios cualitativos y cuantitativos, los autores indican una asociación paleosimbiótica entre la langosta A. magnus y el bivalvo Annomia laevigata. Así mismo, en referencia al bivalvo, sugieren un comportamiento asociado a posturas de enterramiento medio, con base en la diferencia porcentual de bivalvos epibiontes, que es mayor en el caparazón en comparación con otras partes anatómicas como el abdomen y el telson (Robin et al., 2016, Figura 5).

En el presente estudio, el ejemplar CPFESI-02 (Figura 4C) presenta un bivalvo en la región gástrica, el cual aparentemente se encuentra fijado sobre la cutícula del caparazón, debido a que no existen sedimentos intermedios que sugieran el establecimiento posterior del posible epibionte. De igual manera, en el ejemplar IGM-11313 (Figura 4D) previamente publicado por González-León et al., 2019, es posible apreciar un organismo en posición de muerte con el bivalvo ubicado entre uno de los apéndices locomotores y la parte inferior del cefalotórax. Lo anterior podría sugerir que la presencia del bivalvo sobre el crustáceo se dio después de la muerte del organismo. Para ambos casos no existe un muestreo significativo de ejemplares en el que se presenten esta interacción que permita avalar algunas de las hipótesis planteadas sobre la naturaleza de la interacción crustáceo-bivalvo.

La colecta y examinación de especímenes mejor preservados en esta localidad permitirá a futuro describir de mejor manera los detalles anatómicos de estas comunidades y sus posibles relaciones interespecíficas y geocronológicas con otras localidades de la región y su comparación con faunas de otras partes del mundo.

5. Conclusiones

La revisión taxonómica de trece ejemplares de la langosta fósil Atherfieldastacus magnus, procedentes de una nueva localidad dentro de la Formación San Juan Raya, permiten inferir una distribución regional amplia a lo largo de esta unidad litoestratigráfica.

Las diferencias morfométricas asociadas al caparazón de los ejemplares analizados permitieron asignarlos a tres estadios ontogenéticos (juvenil; juvenil-sub-adulto y adulto) previamente reconocidos en la literatura.

El análisis de dos ejemplares que presentan incrustaciones de bivalvos en el cuerpo sugiere posibles relaciones simbióticas reconocidas previamente en el registro de esta especie. Sin embargo, no es posible verificar si el registro refleja algún tipo de simbiosis o representan algún evento de colonización post-mortem.

Agradecimientos

Los autores agradecemos a los revisores anónimos que gracias a sus acertadas observaciones y comentarios enriquecieron el contenido del presente manuscrito. A la Dra. Ninon Robin de la Royal Belgian Institute of Natural Sciences por sus amables comentarios sobre la presencia de bivalvos en el registro de A. magnus. Agradecemos también a los pobladores de San Martín Atexcal, en especial a las familias Velasco-Olmedo y Gil-Cortés por su apoyo en el trabajo de campo, así como a Rosa Elena Luciano Pioquinto, por compartir el descubrimiento de esta nueva localidad. Por último, agradecemos al comité editorial de la Revista Paleontología Mexicana, así como a su editor en jefe, el Dr. Josep Anton Moreno Bedmar por su apoyo y comentarios sobre la presente contribución.

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Figura 1. Área de estudio ubicada al noreste del municipio de San Martín Atexcal, al sureste de la Ciudad de Tehuacán, Puebla. Las estrellas negras indican las localidades reportadas previamente con el registro de la langosta fósil A. magnus (M´Coy, 1849). La estrella roja indica la nueva localidad Cerro de la Cruz, correspondiente a la Formación San Juan Raya, en donde fueron recolectados los ejemplares ilustrados en este trabajo (Modificado de González-León et al., 2014).

Paleozoología

Figura 2. Mapa de la República Mexicana en el que se muestran los estados con el registro de la langosta fósil Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849), al suroeste de la ciudad de Tehuacán en el estado de Puebla y al oeste de la ciudad fronteriza de Ojinaga en el estado de Chihuahua (Tomada de González-León et al., 2018b).

Paleozoología

Figura 3. Columna estratigráfica y fotografía que muestra la secuencia de rocas de donde procede el registro de Atherfieldastacus magnus en el Cerro de la Cruz, Formación San Juan Raya, Puebla, México.

Figura 4. Atherfieldastacus magnus M´Coy, 1849, de la Torrecilla, Cerro de la Cruz en San Martín Atexcal, Puebla. A. Espécimen incompleto (CPFESI 01) en el que se aprecian detalles del cefalotórax como las crestas branquiales (r2 y r3), así como detalles incompletos de algunos apéndices locomotores (p1–p4). A1. Acercamiento de las regiones gástrica y antenal, en donde se indica la presencia de las carinas ocular, gástrica y antenal (oc, gc y ac); el surco cervical (e1e); surco antenal (b); la cresta hepática (hr) y parte del segundo pereiópodo (p2). B. Espécimen incompleto (IGM-11312) en donde se observan detalles del cefalotórax. B1. Acercamiento de este ejemplar en donde se observan las regiones gástrica y antenal en la que se indican casi los mismos detalles del ejemplar (CPFESI-1). C. Ejemplar con preservación pobre (CPFESI-2) en el que se pueden observar de talles de las carinas rostrales (oc, gc y ac); el surco cervical (e1e); la cresta branquial media (r3) y detalles del dáctilo, mero, carpo y propodio del segundo pereiópodo. C1. Abdomen del espécimen (CPFESI 01) se puede apreciar la forma y parte de la ornamentación de las pleuras (s2–s4). D. Ejemplar de comparación (IGM-11313) con detalles de las carinas rostrales (oc, gc y ac); surco cervical (e1e); surco antenal (b) y cresta hepática (hr). Los ejemplares C y D presentan bivalvos sobre el caparazón y pereiópodos. E. Ejemplar incompleto en el que se aprecian las pleuras abdominales y el telson (CPFESI-3). E1. Acercamiento de este ejemplar en el que se observa la forma de las pleuras abdominales (s2–s4). E2. Detalle en el que se observan el exopodio (ex) con diaeresis el borde aserrado y en endopodio del telson. Especímenes B y D para comparación tomados de González-León et al. (2019, Figura 6. A y B), reproducidos con permiso. Barra de escala A, C y E = 5mm.

Figura 5. Atherfieldastacus magnus M´Coy, 1849, la Torrecilla, Cerro de la Cruz en San Martín Atexcal, Puebla. A. Ejemplar incompleto (CPFESI-4) en donde únicamente se aprecian detalles de las pleuras abdominales (s2–s5) y detalles incompletos del primer par de apéndices locomotores (p1). B. Ejemplar (CPFESI-5) con detalles de las carinas rostrales (oc, gc y ac); surco cervical (e1e); pleuras abdominales (s2–s4) y parte de los apéndices (p1 y p5). C. Fragmento (CPFESI-6) que muestra escasos detalles del cefalotórax como el surco cervical (e1e) y la cresta branquial media (r1), así como la preservación parcial de los apéndices locomotores (p1-p4). D. Ejemplar con clave (CPFESI-7) que presenta pobremente preservados detalles del cefalotórax, pero se distinguen ligeramente la forma de las pleuras abdominales (s2–s5). Pocos detalles de los apéndices locomotores se parecían (p1). E. Ejemplar (CPFESI-8) en el que únicamente se observa la forma de parte del cefalotórax con el surco cervical bien marcado (e1e); ligeros detalles de algunos apéndices (pereiópodos); se observan las pleuras abdominales (s2–s6) aunque, no son claros los detalles sobre la ornamentación de estas estructuras. Del mismo modo se observan ligeramente preservados el telson, así como el exopodio y el endopodio. Barra de escala A, B y E = 1cm; C y D = 5mm.

Figura 6. Atherfieldastacus magnus (M´Coy, 1849), la Torrecilla, Cerro de la Cruz en San Martín Atexcal, Puebla. A. Espécimen CPFESI-9 en el que se observan caracteres morfológicos como las crestas branquiales (r2 y r3), pleuras abdominales (s2–s5), exopodio y endopodio del telson (ex, en, t) y fragmentos de los pereiópodos 4 y 5 (p4–p5). B. Ejemplar (CPFESI-10) con un grado de preservación mayor a otros ejemplares y que muestra detalles más claros del cefalotórax (oc, gc, ac, e1e, r2 y r3) y abdomen (s2–s5), así como de los apéndices locomotores (p3–p5). C. Fragmento del cefalotórax (CPFESI-11) en el que se pueden observar segmentos de los pereiópodos (p1–p4); en el cefalotórax se distinguen características asociadas al surco cervical (e1e); cresta hepática (hr) y crestas branquiales (r2 y r3). D. Fragmento del cefalotórax (CPFESI-12) con una costra de sedimento calcáreo que solo permite observar en parte las carinas rostrales (oc, gc y ac) y el surco cervical (e1e). Fragmentos de los apéndices (p2, p4 y p5) son visibles. E. Ejemplar incompleto y pobremente preservado (CPFESI-13) que muestra preservados partes del cefalotórax en el que se aprecian detalles de las carinas rostrales (oc, gc y ac); surco cervical (e1e) y la cresta branquial (r2). Se observa parte del primer par de pereiópodos y de manera menos clara la impresión de los pereiópodos (p3? y p4?). Barra de escala A, B y D = 5mm; C y E = 1cm.

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Paleontología Mexicana, Vol. 13, núm. 1, 15 de enero de 2024, es una publicación semestral  (enero y julio) editada por la Unidad Editorial del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, CDMX. El editor en jefe es el Dr. Josep Anton Moreno Bedmar, CE josepamb@geologia.unam.mx y la editora técnica es la Mtra. Sandra Ramos, sandraram@geologia.unam.mx. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2022-072810185500-102, ISSN (revista impresa): 0185-478X, e-ISSN (versión electrónica): 2007-5189, ISSN-L: 0543-7652. http://www.ojs-igl.unam.mx/index.php/Paleontologia/index. https://twitter.com/paleontologiam Fecha de la última modificación, 15 de junio de 2023.

 

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